Partiendo de un poema de la poetisa salvadoreña Claudia Lars, Brenes crea un hermoso danzón dedicado a su sobrina María Eugenia Brenes Tovar cuando era niña. Esta pieza que agradece al Señor por toda la belleza y el descubrimiento de la vida.
Por mis límpidos ojos
Gracias Señor!
Por mi oído asombrado
y por mi voz
Por toda la fragancia
que recogió
mi naricita fina
sobre la florGracias Señor!
Gracias Señor!Por mi frente lavada
En luz de sol,
por esta piel suavísima
que amor tejió.
Por la mano curiosa
y el pie andador.
Por el juego que enreda
risa y canción.
Por el regazo donde
tranquilo estoy,
por la gracia perfecta
de mi candor.
Por el panal oculto del corazón.
Por el alma que es tuyaGracias, Señor!