Esta tonada, basada en un poema de Emiliano Arosemena, fue compuesta en 1939.
La tonada evoca una escena de noche estrellada y el asombro de los niños ante su belleza inabarcable.
Lindas estrellitas
¡qué bonitas están!
¡quién en este mundo
las pudiera contar!Uno, dos y tres
y millar y millar
tantas lucecitas
¿qué mundos serán?
tantas lucecitas
¿qué mundos serán?Lindas estrellitas
¡qué bonitas están!
¡quién en este mundo
las pudiera contar!Brillando, brillando
allí siempre están:
en el cielo negro
azúcar y sal,
en el cielo negro
azúcar y sal.